Las medidas que podemos aplicar para garantizar una adecuada gestión de la identidad digital y reputación online, las clasificamos en medidas preventivas y medidas reactivas.
Las medidas preventivas, podrían ser:
- Interacción con los usuarios/as: es necesario definir, por ejemplo, los modelos de comunicación, el tipo de contenido que se priorizará en las publicaciones en línea y que tipo de filtro previo se aplicará a los comentarios realizados por los usuarios.
- Política de uso de redes sociales: establecer unas obligaciones y recomendaciones para garantizar la seguridad en el uso de redes sociales, configurando, por ejemplo, los parámetros de privacidad que permitan la interacción con el usuario/a sin poner en peligro la privacidad del perfil empresarial.
- Cumplimiento de la normativa aplicable al entorno digital.
La medida reactiva cuando se ha sufrido una crisis de reputación o ataque cibernético consistiría en aplicar una estrategia interna que puede constar de: fase inicial (detección del incidente); fase de lanzamiento (presentación del informe de situación); fase de auditoría; fase de contención (acciones inmediatas) y la fase de estabilización.
Las empresas que han sufrido incidentes que afecten a su imagen o reputación corporativas en redes sociales pueden acudir a los canales de denuncias internos de la red social.