Obligaciones clave de cumplimiento según la NIS2: una guía práctica
La NIS2 obliga a realizar revisiones y auditorías periódicas para garantizar una eficacia continua, incorporando la gobernanza y la seguridad como parte esencial de la gestión corporativa.
La Directiva NIS2 marca un nuevo estándar en materia de ciberresiliencia en la Unión Europea, obligando a las organizaciones a adoptar un enfoque preventivo y estratégico.

El punto de partida es el análisis de riesgos, el cual, tiene que reflejar las amenazas reales que pueden afectar a la continuidad del servicio y la operación diaria de la organización, no solo riesgos teóricos. Por ejemplo, una compañía energética que gestiona redes de distribución debe identificar qué plataformas de supervisión son críticas y evaluar cómo un ciberataque podría interrumpir el suministro o afectar la seguridad física de los usuarios. Sobre esa base, la organización debe implantar medidas técnicas y organizativas proporcionadas, ya sea reforzando el control de accesos, estableciendo segmentación de redes o revisando la seguridad de proveedores que intervienen en el mantenimiento remoto de sistemas clave.
La directiva refuerza la detección y respuesta a incidentes, esto implica tiempos de reacción claros, equipos preparados y un flujo de comunicación eficaz, tanto dentro de la organización como con las autoridades competentes.
Otro pilar esencial es la continuidad de negocio: si un ataque inutiliza un sistema, deben existir planes para restaurar el servicio con rapidez y mantener las funciones esenciales.
La NIS2 obliga a realizar revisiones y auditorías periódicas para garantizar una eficacia continua, incorporando la gobernanza y la seguridad como parte esencial de la gestión corporativa.