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Integridad y confidencialidad: garantías esenciales del tratamiento de datos

Prevenir accesos ilícitos exige firewalls, detección de intrusiones, monitorización continua y revocar permisos del personal laboral al cambiar funciones o al finalizar la relación laboral para proteger los datos.

Uno de los principios básicos en los que se fundamenta el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es garantizar la integridad y la confidencialidad de los datos personales.1-Integridad-y-confidencialidad

El concepto de integridad que se recoge en el artículo 5.1.f del RGPD nos indica que los datos deben ser mantenidos por el responsable del tratamiento exactos y completos, sin realizar alteraciones no autorizadas. No se trata solo de evitar modificaciones indebidas, sino también de garantizar que las actualizaciones se realicen de forma controlada y trazable. Por ejemplo, una clínica médica debe asegurarse de que el historial de un paciente no pueda alterarse sin autorización y de que cualquier cambio quede registrado.

La confidencialidad que se recoge también en el artículo 5.1.f del RGPD se refiere a garantizar un acceso controlado y limitado a la información personal. Las empresas deben aplicar controles de acceso basado en roles y privilegios mínimos en el que los usuarios solamente accederán a la información estrictamente necesaria para su trabajo.

En definitiva, la integridad y la confidencialidad garantizan que los datos personales sean exactos, protegidos y accesibles solo para quien corresponda, asegurando un tratamiento responsable, seguro y conforme al RGPD.

Prevenir accesos ilícitos exige firewalls, detección de intrusiones, monitorización continua y revocar permisos del personal laboral al cambiar funciones o al finalizar la relación laboral para proteger los datos.